sábado, 28 de octubre de 2017

LEY DEL CRISTIANO: EL AMOR.

AMAR,  LA LEY DEL CRISTIANO.  29 oct. Dom 30 TO. A. Mt 22, 34-40.

El evangelio de hoy parece complicarnos la vida. O simplificárnosla. Luego de oír a Jesucristo, ya no vale eso de que “con tal que yo me arregle con Dios, lo demás no me importa”. Él dice que lo más importante no es el dinero, ni el poder ni el placer, sino Dios. Y que junto a honrar a Dios está el servicio del prójimo,  todo el que necesite algo de nosotros.                                                                                Esto nos hace olvidar que por haber cumplido con Dios, en los ritos y las costumbres piadosas, ya estamos bien. Hoy oímos que la relación con Dios está muy unida al comportamiento con los demás. Lo “divino” se une a lo “humano” según Mt 25, 40 “Cuando ustedes lo hicieron o no lo hicieron con el más necesitado a mí lo hicieron o lo dejaron de hacer”,                                                     Dice un teólogo: ”Jesús seculariza la religión y pone lo religioso en el ámbito de lo profano y laico”.  Sorprendámonos entonces, con alegría, pues la religión se nos hace sencilla y asequible (¡que no fácil!): lo más grande  en la vida, lo más agradable a Jesucristo, nuestro Maestro, es ser respetuosos, tolerantes con todos y buenas y honradas personas, buenos ciudadanos que hacen el bien. Y todo esto siempre.                                                                                                                                La novedad consiste justamente en poner juntos estos dos mandamientos (el amor de Dios y el amor por el prójimo), revelando que estos son inseparables y complementarios; dos caras de una misma medalla. No se puede amar a Dios sin amar al prójimo, y no se puede amar al prójimo sin amar a Dios (Papa Francisco)

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