jueves, 11 de abril de 2013

MI REVELACION DEL ABORTO

Esta tarde tropecé con algo que me atrapó. Pensaba que no lo del aborto no me iba a quitar el sueño. Que cada cual hiciera lo que le viniera en gana. Pero escuché a alguien que decía que eliminar un feto era simplemente considerarlo una cosa. Una cosa que molesta que se espanta o se echa de uno con asco o con terror. En fin y al cabo, es eso una cosa. Y con las cosas se hace lo que se quiera o lo que uno crea conveniente sin demasiada consideración. Tantas cosas que hay, y cosas parecidas, que para qué encartarse con tantas cosas y más si molesta con su presencia. 
Pero, un futuro ser humano, es simplemente una cosas. Nosotros, tú, yo... una mera cosa. Eso me parece terrible. Eso era lo que pensaban los romanos, los árabes, los españoles... con los esclavos que compraban y vendían.... como cosas. 
La esclavitud, por lo menos, en esa forma tan salvaje, ya se acabó. Jurídicamente, la esclavitud no existe. Y en occidente nos felicitamos. Porque es tratar una persona como una cosa. Algún día podremos felicitarnos porque se acabó la esclavitud, la consideración del ser humano como una cosa, se acabó. Ojalá sea pronto.