sábado, 30 de julio de 2016

EVANGELIO Y VIDA

¿”Cuánto tienes cuanto vales”?. 31 julio. Dom 18 T.O. Lc.12,13-21.
Hace años un político preguntaba a los que querían inducirlo a tomarse el mando del Estado: ¿El poder, para qué? Si el interrogante es legítimo en este caso, también lo es y con mucha más razón, sobre el dinero por estar en manos de todos, aunque no en igual cantidad.
¿El dinero, las riquezas, para qué? El “cosechero” del evangelio sin preguntárselo, resolvió: Disfrutarlo él solo, sin tener en cuenta a nadie más. Y fue su perdición, por menos ante Dios, que ya es grave. Es otra de las idolatrías que nos acechan a los humanos. Poner el tesoro de la vida en tener más y más cosas, olvidándonos de ser justos, honrados,  misericordiosos.
No se puede negar que el viento hoy nos empuja en esa dirección. Los medios nos empujan a producir para poder comprar y consumir como única meta de felicidad.  Agustín de Hipona, un hombre que conoció la vaciedad de la vida, hastiado de acumular ciencia y bienes materiales, llegó a la conclusión de que el corazón del ser humano sólo puede saciarse con el bien infinito que es Dios.  Y como Dios es amor  el respeto y servicio a los demás, sobre todo de los más pobres del cuerpo y del espíritu,  es lo que nos acerca a Dios y a la felicidad como seres humanos.
 “La riqueza está adueñándose de bienes que han sido dados a todos y utilizándolos tan sólo para mi o para los míos. Es tener el pan a base de la trampa al otro, o hasta de la propia vida. Esa riqueza es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta es el pan  maldito que se da de comer a los propios hijos”.(Papa Francisco).


martes, 26 de julio de 2016

PLEBISCITO: ¿SÍ O NO?




Fernando Quiroz.  Histórico.  


No debemos asumir el plebiscito como si se tratara de elegir entre Santos y Uribe. Se HA trata de tomar una decisión pensando en Colombia.
– No debemos asumir el plebiscito como si se tratara de elegir entre Santos y Uribe. Se trata de tomar una decisión pensando en Colombia. Quizás convenga, como ejercicio democrático, que aquellos que piensan votar por el sí simplemente porque lo dice Santos, y aquellos que piensan votar por el no simplemente porque lo dice Uribe estudien a fondo de qué se trata esta elección y tomen una decisión por ellos mismos.
– No se firma la paz con los amigos, sino con los enemigos. Firmar un acuerdo con las Farc no significa coincidir con ellos en la forma de pensar ni validar su comportamiento criminal de tantas décadas. Todo lo contrario.
– Cuando se firma un acuerdo entre partes que piensan de manera diferente, además de procurar que aquellos que han estado equivocados entren en razón, el ejercicio también implica la difícil tarea de tratar de rescatar lo que haya de positivo en las ideas del otro, aunque hayan sido defendidas como no se debía.
– A quienes insisten en que la única vía para acabar con las Farc es a punta de bala les conviene caer en cuenta de que aquellos gobiernos que han defendido esta posición y han enfrentado a la guerrilla de esta manera no han logrado su cometido. Si no es por ahí, y queremos un país en paz, hay que ensayar otras vías.
– Permitirles a las Farc participar en política es una manera de demostrar cuál es el camino que se debe seguir para expresar las ideas políticas y para ejercer la oposición en el marco de la democracia.
– Un acuerdo de paz con las Farc no les pondrá fin a los problemas de Colombia, pero permitirá quitarse de encima uno de los más grandes desvelos de los colombianos, y concentrar esfuerzos y recursos en la atención de frentes diferentes al de la guerra. El día que la educación y la salud sean temas prioritarios seguramente significará que estamos construyendo un país más sólido, más equitativo y con mayores oportunidades.
– Si es cierto que quienes promueven el voto por el no en el plebiscito en todo caso están a favor de la paz, deberían demostrarlo expresando sus opiniones sin recurrir al insulto. Es decir que, para ser coherentes, deben defender su oposición de manera pacífica.
FERNANDO QUIROZ.

sábado, 23 de julio de 2016

OLVIDOS QUE AÚN HACEN DAÑO.


EN LA IGLESIA, LA MUJER Y EN LA CONGREGACIÓN, MA. CELESTE.
              Hasta ahora, la Iglesia ha ignorado a la mujer y la Congregación redentorista a la Madre Celeste. LA MUJER fue tenida en aprecio por Jesús. Más de una vez salió en defensa de ellas cuando ya, una u otra, eran maltratadas por hombres llevados de sentimientos y actitudes machistas. Incluso dice Lucas, el evangelista, que algunas mujeres acompañaban a Jesús en su apostolado junto a los doce apóstoles. Más aún, María, la de Magdala, fue llamada a ser apóstol de los apóstoles para anunciarles que Él, Jesús, había resucitado y que los esperaba en Galilea. De ella, el Papa Francisco acaba de relievar la figura proponiendo a toda la Iglesia celebrarla con categoría de Fiesta, como a Bernabé y Pablo, “como la primera testigo y evangelista de la resurrección del Señor”.
           Igualmente san Pablo, en sus cartas nos presenta a varias mujeres como colaboradoras en su apostolado y añade que en las casas de algunas de ellas se reunía la comunidad cristiana. Por su parte, san Alfonso tuvo en gran concepto a una mujer, bautizada como Julia, ingresada en la vida religiosa como María Celeste. También la respaldó ante algunos prelados y la sociedad local cuando era criticada por las revelaciones que ella aseguraba haber recibido de Jesucristo. Como su confesor y director espiritual la animó y la secundó en la fundación de la Orden del Santísimo Redentor. Y la tomó como inspiración y apoyo en la creación de su propia Congregación, la de los Misioneros Redentoristas.
           San Gerardo, hermano redentorista, fue confidente y director de espíritu de la Hermana Celeste. Y los primeros redentoristas, PP. Sarnelli, Sportelli, Cáfaro y otros, hablaban de ella y de las demás hermanas, como de “nuestro mismo Instituto”. Sin embargo, bien pronto con el correr de la historia la mujer fue relegada en la Iglesia; y en el Instituto Alfonsiano, también se ignoró a la Madre Celeste Crostarrosa. La relegación de la mujer en la Iglesia aconteció debido a la herencia patriarcal de privilegio del varón, de Israel y del Oriente.
          Es posible que en ello influyera la actitud negativa de san Agustín, debido a su aversión por lo sexual, luego de su conversión. Pero dejemos esta cuestión en manos de los historiadores. En cuanto a la Madre Celeste, influyó, además de las mismas motivaciones que en la Iglesia respecto de la mujer, el querer eliminar, aún en san Alfonso, la idea de que ella había sido el origen del Instituto. Varios de los compañeros de Alfonso en la Congregación de las Misiones Apostólicas, en la arquidiócesis de Nápoles, que no querían perderlo, le decían que estaba dejándose confundir por las visiones de una monja ilusa.
          Y entre los misioneros de la segunda generación en adelante, se consideraría además poco masculino reconocer que en la fundación de su congregación tuvieran que ver los escritos y visiones de una mujer y monja.
          ¿Qué ha perdido la Iglesia por su escasa atención a la mujer? ¿Cómo sería hoy día la Iglesia Católica si hubiera continuado en el aprecio y en la consideración de parte de Jesucristo, de Pablo y seguramente de los demás apóstoles, por la persona y la misión de la mujer? ¿Qué ha perdido, por su parte, la Congregación redentorista por el anonimato al que ha reducido a la Madre María Celeste durante tanto tiempo? Sería de interés analizar los efectos de esta doble realidad. Nos alegramos porque el Papa Francisco ha propuesto (18 de junio) en la Iglesia a la Madre Celeste Crostarosa como digna de imitación y veneración en la condición de Beata.

sábado, 16 de julio de 2016

ESCUCHAR A JESUCRISTO.

La vida y el Evangelio. Escuchar a Dios ¿para qué?  17 julio. Dom. 16 T.O. Lc 10, 38-42
Alguien que escuche o lea el relato del evangelio de este día podría pensar que Jesucristo recomienda la actitud de María y desaconseja la de Marta. Pero, no. Lo que Jesucristo está diciendo a las dos hermanas y a nosotros es que a la vida hay que buscarle un sentido. Un para qué. Todos hemos visto unos pajaritos, unos micos, unas ardillas en una jaula… Se mueven, se mueven, no paran, pero no llegan a ninguna parte. Y a nosotros, los seres humanos, nos puede pasar lo mismo: nos movemos de mañana a la noche, sin detenernos…. Pero si nos preguntan a dónde vamos, cuál es nuestra meta en la vida, no sabemos responder.
Jesucristo no le dice a Marta que no trabaje. No. Le dice a ella, a nosotros, que le oigamos a él, que ha venido de parte de Dios a enseñarnos, en palabras y en obras, a vivir como humanos. A amar, a dialogar, a tolerarnos, a perdonarnos, a ayudarnos unos a otros como hermanos. “Ámense y sírvanse unos a otros como yo los he amado y servido a ustedes”.

“Nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si no escucha su voz” subrayó  el Pontífice y explicó que "la imagen del pastor indica la estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros" porque Él es nuestro guía y salvador, así como "nuestra vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa, revelados para siempre en el sacrificio de la cruz.”(Papa Francisco)

jueves, 7 de julio de 2016

DAR LA PAZ A TODOS

La paz de Cristo para todo ser humano. 3 julio. Dom. 14 T.O.C  Lc 10, 1- 20.
Si vamos regularmente a la Eucaristía, el detalle de saludar o dar la mano a quienes están cerca de nosotros en el templo ya ha entrado en nuestras costumbres religiosas. Ya es algo. Es para congratularnos por el hecho de que en este mundo post-moderno, tan dividido e individualista, en medio del encuentro oficial con Dios los participantes nos deseemos el bien con gesto amable.
Hace ya mucho tiempo, más de dos mil años, que Jesús, el maestro judío les deseó la paz a sus primeros discípulos y les encargó que la llevaran a todos los lugares del mundo. Que al visitar un familia dijeran: ”Paz a esta casa”.
Un buen propósito de quienes participamos en la celebración dominical sería sentirnos portadores de paz, el don que hemos recibido del mismo Jesucristo a través de su Iglesia. Que tratemos de hacer del hogar, de la vecindad, del centro educativo, del lugar de trabajo,  de la oficina, espacios de paz. Todo porque allí un discípulo de Jesucristo, cada uno de nosotros, reparte generosamente el don de la paz, en forma de diálogo, de tolerancia, de respeto, de ayuda, de reconciliación…
La religión entonces no será algo irrelevante, algo que reducimos a un templo o un rincón escondido de la casa.
“Te pedimos, Francisco, enséñanos a ser ‘instrumentos de la paz’, de la paz que tiene su fuente en Dios, la paz que nos ha traído el Señor Jesús”. El Papa Francisco señaló además que “el Santo de Asís da testimonio del respeto hacia todo lo que Dios ha creado y como Él lo ha creado, sin experimentar con la creación para destruirla; ayudarla a crecer, a ser más hermosa y más parecida a lo que Dios ha creado”. “Y sobre todo san Francisco es testigo del respeto por todo, de que el hombre está llamado a custodiar al hombre, de que el hombre está en el centro de la creación, en el puesto en el que Dios – el Creador – lo ha querido, sin ser instrumento de los ídolos que nos creamos”(Papa Francisco).