sábado, 4 de noviembre de 2017

SACERDOTES Y MAL EJEMPLO.  5 nov. Dom. 31º. TO.A. Mt 23, 1-12. 
Si algo puede estropearse seguramente sucederá tarde o temprano. Este era uno de los principios de  “Las leyes de Peter”, libro que leíamos por los años 70s. Su difusión fue grande pues sus observaciones, como ésta, eran y son acertadas. También en lo religioso. Los humanos, incluidos los clérigos, pueden fallar y con frecuencia,… lo logran.                        Malaquías, en el siglo V a. C. llamaba la atención en Israel sobre el mal comportamiento de los sacerdotes por el descuido en el culto y  sus malos ejemplos en la sociedad. Jesús, a su vez, recrimina a los de su tiempo pues con hipocresía hacen difícil la fidelidad de los israelitas. Son duras las expresiones del Maestro: ”Hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”.                                              Hace unos meses, el Papa Francisco sorprendió al mundo, incluidos los no cristianos, cuando desautorizó a presbíteros y religiosos en una diócesis de Nigeria porque algunos no aceptaban al nuevo obispo,  por no ser de su etnia o  región. Les recordó, porque lo habían olvidado, que “Dios no hace diferencia entre una persona y otra” (Act 10, 34).                      El que ejerce el ministerio  de Dios ha de ser responsable de lo que administra y ha de dar testimonio con su vida del mensaje que predica. No puede exigir a los  demás lo que no practica. Lo dice el Señor Jesús.                                                                       Recomendación también para  todos aquellos a quienes se han confiado otras personas: padres, profesores, autoridades de todos los niveles, mayores…

“A menudo, como Iglesia, aprendemos de nuestras fragilidades y de nuestros límites. Todos tenemos. Todos somos pecadores. Ninguno puede decir: 'Yo no soy pecador'. Pero si alguno de nosotros no se siente que es pecador, que alce la mano. Todos lo somos.  Esta fragilidad, los límites y los pecados de los pastores, es fácil que causen malestar en los fieles, sobre todo cuando  mal ejemplo y son motivo de escándalo”. (Papa Francisco)

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