sábado, 18 de noviembre de 2017

HUMILDES TRABAJADORES...

Dios no es celoso de su poder. Porque nos ha creado libres confía en nuestra responsabilidad. “Llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves…”. Todos los seres humanos somos “sus empleados”, sus administradores. El Papa Emérito Benedicto XVI cuando asumió el oficio pastoral de Pontífice se presentó a sí mismo como “humilde trabajador de la viña del Señor”, haciendo alusión a la comparación del señor que busca obreros para su hacienda. Y el Papa Francisco, al comentar estos pasajes de la Escritura, dice que Dios tiene un sueño, un proyecto sobre nosotros, los seres humanos. San Pablo en el comienzo de su carta a los fieles de Éfeso declara que Dios ha pensado en nosotros “aún antes de la creación del mundo… para hacernos sus hijos en Cristo Jesús, su Hijo primogénito… para gloria y alabanza de su nombre”. Gratificante para nosotros es que Él quiere que le ayudemos, con libertad inteligente, amorosa y consciente. Participar en el proceso electoral, ya en camino. es una manera de colaborar para hacer de nuestro mundo “un lugar más amable para todos”. Todos podemos reconocernos, como el papa emérito, “modestos trabajadores de la viña del Señor”. "El hombre, creado a imagen de Dios, mediante a su trabajo participa en la obra del Creador, y según la medida de sus propias posibilidades, en cierto sentido continúa desarrollándola y la completa, avanzando cada vez más en el descubrimiento de los recursos y de los valores encerrados en todo lo creado". (Cfr. Papa Francisco)
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