Colombia no necesita una reforma, sino una revolución de la educación en
todos los niveles. Los estudiantes tienen razón en luchar contra el peligro de
una mayor privatización, pero deberían
orientar su acción hacia la conquista de una educación nueva, no orientada
apenas a la productividad y a la competitividad, palabras que embrujan a los
funcionarios, sino hacia la convivencia,
la creatividad, la responsabilidad civil, la conciencia ambiental, la
protección de los débiles, el respeto de las diferencias, el enriquecimiento cultural
y la felicidad de individuos y comunidades (William Ospina)
Si hay algún camino para la
libertad y la justicia, es el de la educación", ha leído en un pasaje del
documento Vega. Con él, docentes y padres de alumnos han querido subrayar que la
enseñanza pública es la "única que garantiza la igualdad de oportunidades,
la cohesión social, la superación de las desigualdades de origen, la
vertebración de toda la sociedad en un objetivo común y el progreso individual
y social de todos, no de unos pocos". (Manifestación. Madrid. 21 X.011)
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