martes, 8 de diciembre de 2015

LA VIDA DESDE EL EVANGELIO

¿NAVIDAD en la DESIGUALDAD? 6 de diciembre. Dom. II Adv. Lc 3, 1-6 José Pablo Patiño C 
Francisco, el Papa, al volver de su visita al África,  declaró estar abrumado porque en ese continente “conviven riqueza y miseria: ¡esto es un escándalo! No solamente en el África: también aquí, en todas partes. La convivencia entre riqueza y miseria es un escándalo, es una vergüenza para la humanidad”.   
¡La desigualdad en el mundo y en nuestro país! Junto con Brasil y Nicaragua, Colombia es de los países de mayor injusticia social en A.L. Unos pocos de grandísimos ingresos y muchos  que apenas tienen para comer una vez al día e, incluso, están al borde de la muerte por desnutrición.
Y, sin embargo,  en nuestros países casi todos somos cristianos. Quizá pensamos que celebrar la Navidad es tener en casa el árbol, incluso el pesebre con José, María y el Niño Jesús, (o el viejo Noel!), cantar villancicos y dar y recibir regalos.
No está mal todo eso. Es la tradición. Lo hicieron nuestros padres y abuelos. Pero construimos nuestro ser cristiano sobre arena si no “allanamos los caminos y hacemos derecho lo tortuoso”, tratamos de eliminar las desigualdades entre los seres humanos y acogemos en serio el mandato principal de Jesús: que “nos amemos y nos hagamos bien unos a otros como él nos amó e hizo bien, pues  en eso nos reconocerán como discípulos suyos”.
La celebración de la Navidad ha de recordarnos la necesaria coherencia con nuestra fe. Hacer la Navidad y seguir siendo injustos, insensibles a los demás, sobre todo con los más vulnerables, es hacer insulto al mismo Dios y a su Hijo Jesucristo, a quien pretendemos adorar y querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario