miércoles, 6 de junio de 2012

LA IMAGEN DE DIOS. ¿COMO ES DIOS? (3)


La imagen de un Dios cuya voluntad se impone por sobre todo ¿es buena y humana?(3).

“Todo viene de Dios, lo bueno y lo malo”. Pensarlo, más aún, expresarlo, suena a piadoso reconocimiento de Dios. Sin embargo, tal idea no hace otra cosa que reforzar una imagen de Dios que huele a imposición y arbitrariedad: “Dios lo quiere o dispone así”: que ya no esté aquí, porque me habré muerto, estaré postrado con una grave enfermedad, o bajo el peso de un suceso desastroso, consecuencia de una imprudencia propia o de la actitud negativa de otro ser humano. 

Una sombra amenazadora y caprichosa planea sobre nuestras vidas como un ave de presa. Lo negativo e inhumano de todo esto es que nos hace sentirnos como juguetes de un Dios autoritario, a quien no le importa nuestro bien sino que se cumpla su voluntad.

A veces, el recurso a la Providencia tiene otras aplicaciones entre tragicómicas y perversas. Por ejemplo, cuando se aplica a sucesos de los que hemos salido ilesos por la “Providencia divina”; íbamos a tomar un avión o un autobús que posteriormente sufrió un accidente. El atraso y las dificultades para llegar puntuales a la cita con el avión o el bus, se transforman ahora en “señales” de la providencia divina, que me salvó. Claro que no se dice nada sobre la ausencia de esa “providencia divina” respecto a los doscientos o los treinta y tantos muertos de dichos accidentes. En cuanto a ellos, ¿qué pasó con la “providencia” del Señor?.

La apelación a la providencia presenta una forma peligrosa de injusta arbitrariedad o de legitimación social de lo que sucede, cuando atribuimos a Dios lo bueno y lo malo. Que uno nazca entre sedas y otros en el arroyo;lo que ha sido fruto de las vueltas de la vida, del trabajo, del ahorro o de la explotación e in-equidad social, se transforma en “providencia” benevolente para los bien situados y en castigo o “prueba” para los otros. (Continúa en la próxima entrada)

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