domingo, 28 de febrero de 2016

DIOS NOS QAUIERE CONVERTIDOS. III DOMINGO DE CUARESMA

Dios no condena. Nos quiere convertidos. 28 febrero. Lc 13, 1-9,3er Dom de Cuaresma.
¿Por qué Dios no condena a los malos? Quienes nos creemos gente de bien pensamos que tenemos derecho de señalar a los que cometen errores.  Más aún, suponemos que como Dios es bueno, también él condena a los que nosotros condenamos.
Hace unos meses una congresista mandaba al infierno a Fidel Castro y, por ser su amigo, a Gabo, el del Nobel. Otros descalifican a Uribe, a Santos, a Trump o a Chávez.  Los “buenos”, todos, seguramente, tendremos nuestra propia lista de eliminados o a eliminar.
El Papa Francisco, por su parte, nos dice que no, que Dios no condena a nadie, ni siquiera a Pilatos, ni a Judas.  Sino que quiere nuestra conversión. “No quiere la muerte del pecador sino que se convierta y viva”.  Tal actitud misericordiosa de Dios se muestra en la bella historia de la higuera que no daba fruto pero que el dueño de la viña recomendó al administrador  abonar y cultivar para que diera el fruto esperado.
”Dios no quiere nuestra condena, sino nuestra salvación. ¡Dios no quiere la condena de ninguno… El Señor de la misericordia quiere salvar a todos! (Papa Francisco).


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