El verdadero tesoro del cristiano. 4 sept.
Dom. 23 TO. Lc 14, 25-33.
A
propósito de la exigencia de Jesucristo a sus discípulos, recuerdo la
historieta de un sabio hindú. Este al llegar al atardecer cerca de un caserío,
decide pasar la noche junto al camino; pero apenas se había recostado en su
estera, lo despiertan los gritos de un vecino que le pide el tesoro que tiene.
El sabio le dice que no sabe a qué se refiere pero que busque en la bolsa que
le alarga. El hombre busca y encuentra un brillante: ”!El diamante que Buda me dijo!”. Y se fue
feliz. Pero no bien amanecía, el mismo hombre llega apresurado para decirle: ”!Deme
el verdadero tesoro, el que le permitió desprenderse tan fácilmente de esta
perla preciosa!”. El hindú entendió
entonces que su riqueza real estaba en su corazón, en lo que él apreciaba por
sobre todas las cosas.
En
el evangelio de este domingo Jesucristo quiere compartirnos su tesoro, el Reino
de Dios, aquello que llenará plenamente nuestro corazón y dará sentido a
nuestra vida. Por lograrlo y conservarlo ojalá estemos dispuestos a
desprendernos de cualquier bien de la tierra.
"Seguir a Jesús es
propiamente esto: ir por amor con Él, detrás de Él: el mismo camino, la misma
vía. Y el espíritu del mundo no lo va a tolerar y nos hará sufrir, pero un
sufrimiento como el de Jesús. Pidamos esta gracia: seguir a Jesús en el camino
que Él nos ha revelado y que Él nos ha enseñado. Esto es hermoso, porque jamás
nos deja solos. ¡Nunca! Siempre está con nosotros” (Papa Francisco).
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