domingo, 18 de septiembre de 2016

CARD. VAN THIEU. MÁRTIR EN VIETNAM.

"Esta noche me vino a la mente la historia de san Juan Crisóstomo, cuando el emperador le quiso castigar por su fe. Alguien le dijo: Mételo en la cárcel. Pero él repuso: es brindarle en bandeja la ocasión de orar y sufrir por Dios, que es lo que desea. Otro propuso: destiérralo, pero el emperador razonó que "para este hombre no existe lugar en el que no esté su Dios", Un tercero caviló: condénalo a muerte. No, porque moriría mártir, y su cumpliría su anhelo más profundo, que es encontrarse con Dios, Debemos encontrar algo que en verdad le aflija y le haga sufrir. ¡Ya está¡ Solo hay una cosa a la que le tenga miedo y aborrezca con toda su alma: hagámosle pecar, propuso un sagaz ministro. "Pero esto no podemos hacerlo si su libertad no nos deja, confesó, rendido, el tirano". (Card. Van Thieu. Mártir en Vietnam.

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