martes, 9 de octubre de 2012

DIOS, ¿DÓNDE HALLARLO? ¿Dónde ubicarle? (18)



Hay que situar correctamente a Dios: no a la altura de las cosas. Sino en el cimiento. Dios es la base, el fundamento, el dinamismo de todo. No se debe rebajar a Dios mezclándole y confundiéndole con el mundo y su contenido como si fuera una cosa más, aunque sea importante, un factor más de este mundo, una “causa segunda” o secundaria.

Dios es la “causa primera”, es decir, la causa de las causas, la raíz última de donde reciben energía todas las demás fuerzas de este mundo. En conclusión: ”Dios obra el mundo, no obra en el mundo”, dice Karl Rahner, uno de los grandes teólogos católicos del siglo XX.

Es una mala imagen de Dios pensarlo como quien actúa y dirige todas las cosas de este mundo. Siendo El la fuerza y el dinamismo de todo, más allá de todo, más profundo que todo, más íntimo a todo. Por otra parte, Dios que nos crea libres no es un Dios intervencionista (Continúa 19)

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