viernes, 28 de abril de 2017

¿DÓNDE ENCONTRAR A JESÚS VIVIENTE?

¿DÓNDE ENCONTRAR A JESÚS? 30 abril. 3er Dom. Pascua. Lc 24, 13-35.
Los discípulos que salen camino de Jerusalén a Emaús no buscaban a Jesús. Querían sólo escapar de los duros días en la capital. Huían de los “enemigos” de Jesús; también, de los compañeros y sus lamentos. Frustración y decepción…
A esos hombres desesperanzados se acerca él, el maestro, su maestro, pero como un desconocido a quien le interesa el mundo de ellos. Se deja, incluso, tratar de ignorante, de no estar en la realidad.           Sin embargo, qué humana, qué cercana es su manera de preguntar por sus sentimientos, de dejarles desahogar su confusión y su  dolor. Luego de escucharles, los lleva a mirar los sucesos con otros ojos, los del mismo Dios, que siempre ha estado con su pueblo y que, ahora, en su Hijo, “estará con ellos, y con nosotros, hasta el fin del mundo”.
Y en ambiente de confianza y de amistad les abre su mente y su corazón para que entiendan que en lo que les ha perturbado y les sigue conmoviendo, Dios les ha mostrado su amor y misericordia, a ellos y a toda la humanidad. Y la comida (la Eucaristía), en la posada, señala y recoge para siempre su proyecto, el sueño del Padre y del mismo Jesús, “de reunir a los hijos de Dios dispersos”: Palabra y Comida en la Comunidad de discípulos.

“El camino de Emaús se convierte en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía, indispensables para el encuentro con el Señor. Vamos a veces a la Misa dominical con preocupaciones, dificultades y desilusiones. La vida nos hiere y vamos tristes a nuestro Emaús, dando la espalda al designio de Dios. Pero en la Liturgia de la Palabra, Jesús nos explica las Escrituras y reenciende en nosotros el fuego de la fe y de la esperanza. Luego en la Liturgia de la Eucaristía, Jesús se da a sí mismo, Pan de la vida eterna” (Papa Francisco)

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