sábado, 30 de enero de 2016

JESUS NOS ENSEÑA A SER HUMANOS!

¡ENSEÑARNOS A SER HUMANOS! 31 enero 2016 4º. Dom T.O. Lc 4, 21-30. José Pablo Patiño C.
“Me gusta” así damos el sí en la red a lo que nos emociona, nos llama la atención o nos divierte. Nos encantan las emociones fuertes. A los paisanos de Jesús les pasaba lo mismo.  Antes de que él llegara,  ya se habían enterado de lo que había hecho en otros lugares. Su expectativa era que hiciera lo mismo en Nazaret,  su tierra, incluso, mayores cosas. No esperaban menos de él.  Y de paso, que les diera solución a sus problemas. ¡Pasarían chévere unos días!
Pero, de inmediato, Jesús les hizo caer en cuenta que él no venía a servir de espectáculo y ocasión de emociones fuertes, sino a manifestar el amor del Padre a quienes con fe lo aceptaran. Y les recordó los pasajes de Elías, el profeta, acogido por la viuda de Sarepta, y buscado por Naamán, el sirio. Una como otro,  aún sin ser de Israel, fueron favorecidos con el don de Dios, por su disposición de espíritu. Y eso les cayó como pedrada en ojo tuerto. Y casi lo matan. Bueno, después, sí terminaron haciéndolo.
A este propósito, Benedicto XVI explicaba la actitud de la gente el domingo de Ramos, aclamándolo, y el viernes de pasión, pidiendo su muerte: esperaban de él solución a sus problemas materiales, y él ofrecía otra cosa, “el camino de Dios”, “enseñar a vivir como Dios quiere”, o sea, a ser plenamente humanos.
Nosotros, ¿qué buscamos cuando nos acercamos a Dios y a su Hijo Jesucristo?

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