Muchas gracias por acordarse de mí al enviar ese mensaje de optimismo y de armonía para las vacaciones. Me vienen a la memoria las confesiones de san Juan Pablo II, que nos cuenta cómo aprovechaba las vacaciones para ir con sus amigos a lugares hermosos, que recorrían ejercitando el canotaje. Temía que, al ser nombrado obispo, ya no podría seguir viviendo esa grata experiencia, pero aclara: "así continué hasta 1978",es decir,hasta su elección como Papa.
Yo tengo que vivir la experiencia contraria, la del monje de clausura; a decir verdad, no me cuesta. Me gusta el retiro y me siento bien. Muchas gracias. Dios lo bendiga,
Mons. Bernal S., cssr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario