Porque a pesar de que la técnica nos haga la existencia más placentera, también nos puede hacer vulnerables y, al mismo tiempo, individualistas e inhumanos.
El vínculo entre el placer y la vulnerabilidad. Porque justamente eso es lo peligroso del placer, del sistemáticamente acostrumbrarse a la opción menos dura, a la juventud prolongada, a la fuerza, al tener, a la seguridad... Se opone a eso de "perder la vida para salvarla". Resulta difícil, en el contexto de lo mundano, establecer un equilibrio con la espiritualidad.
He enviado el texto a varios amigos.
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