La elaboración de alimentos y el cubrimiento de las demás necesidades de los seres humanos actualmente está envenenada, viciada, degradada, deshumanizada, devorada... por el lucro y la ganancia indecente de dinero.
A los humanos, como inicio de un proceso inhumano, nos inyectan, nos inoculan, querámoslo o no, por la propaganda descarada y acosadora, el deseo, el ansia, la sed casi animal, por los productos de consumo, sin que podamos pensar en su necesidad, su conveniencia. (Invito a seguir la reflexión).
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