¿Cómo es Dios?
Es como lo imaginamos nosotros?
O como lo piensan los Musulmanes?
O los Budistas? o …. Los
ateos?
Sí,
porque para negarlo se lo figuran de alguna manera, verdad?
José María Mardones (Matar a
nuestros dioses. PPC Ed. 7ª. Abril 2010)
El autor quiere ayudarnos a pasar de una fe cristiana ingenua e
infantilizada a una actitud adulta en la fe. Así, entonces, nos ofrece unas ideas
útiles, sobre todo, para quienes la vida tiene sentido sólo en Dios.
Son “reflexiones que se ofrecen”. No
imposiciones. Su intención es que haciéndolas nuestras sean como aceite
que afloje los engranajes oxidados de nuestro ideario religioso.
Hacia el
primer milenio de la historia occidental, quizá antes, comenzó a construirse,
con aporte del pueblo, más ignorante que instruido, clero alto y bajo,
predicadores santos y no tan santos,
toda una complicada trabazón de conceptos y de rituales que se fueron
afianzando, marcando un modo de ser religioso.
El Nuevo Testamento, o sea la revelación de Dios por Cristo con lenguaje
humano, escrito originalmente en griego
y traducido tempranamente al latín, fue perdiendo lectores. Y, como
consecuencia, el evangelio y, en general, la Biblia, pasó a ser sólo de uso de
los clérigos sabios. Así el pueblo,
piadoso por naturaleza, pero ignorante por marginación, fue generando un
sistema de creencias y conceptos, al margen del Evangelio y de la teología
mejor.
Pero, cualquiera sea la historia de muchas creencias hasta el día de
hoy, leamos y… pasemos por el cedazo del discernimiento estas reflexiones del
teólogo español. De vez en cuando, se entreveran algunas frases que
complementan, concretan o aterrizan a nuestro contexto el escrito elaborado, en
principio, en el mundo europeo.
Cada
semana trataré de inscribir en el blog una nueva entrada de esta elaboración sobre nuestra
imagen de Dios y su importancia, teniendo como base el libro del P. José María
Mardones. Sus comentarios serán bienvenidos!.
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