Saludos de Mons. Bernal
Estimado Padre Pablo:
Muchas gracias por sus artículos breves y sustanciosos. El tema del último que me envía es un tema muy presente en los documentos del magisterio, sobre todo a partir de la Evangelii Nuntiandi. Se nos insiste en que el cristianismo no consiste en conocer y aceptar una doctrina, sino en seguir a una persona, Jesucristo.
Se nos pide una "experiencia" de Dios. Yo estoy muy de acuerdo con esto, pero me pregunto si buscamos esa experiencia en nuestra pastoral. Por ejemplo, en la preparación de los niños de primera comunión es muy factible que el catequista no los invite ni siquiera una vez a acercarse al sagrario y hablar con Jesús de un modo adecuado a la edad; en parte por esa razón el niño, en la celebración de su primera comunión,
no siente la necesidad de darle gracias a Jesús.
Por desgracia, pasa lo mismo en no pocas ordenaciones sacerdotales, donde hay quienes dan más importancia a las fotos, a los invitados, al programa que se ha preparado, que a la experiencia profunda que debería vivir el neosacerdote en ese momento crucial de su vida.
No sigo porque posiblemente esas apreciaciones sean fruto de la chochera aneja a la vejez. Muchas gracias, y hasta pronto,
Mons. Bernal S.,cssr.